miércoles, 23 de marzo de 2011

un día en la vida

Despertar...
Sentir la cama fría por la ausencia.
Tomar fuerzas y levantarse.
Caminar y ver en el espejo lo que parece un saco de sueños rotos, sonrisa fingida y falsas esperanzas de que el día sea mejor que el anterior.
Desayunar para llenar el vacío.
Tomar una ducha para lavar el espíritu.
Secar las lágrimas y vestir al corazón, ponerle máscara y disfraz.
Salir a la calle como autómata llegar al destino.
Sentarse frente a una máquina durante 8 horas, 8 horas de pretender no pensar.
Fracaso, ensayo, error, éxito, comer, llamar, cigarro, hasta mañana.
Camino de regreso a casa, pensando
Llegar a casa a la letárgica realidad.
Dormir esperando no despertar sola y que la rutina se vea quebrada el golpe de la espontaneidad y la sorpresa

viernes, 25 de febrero de 2011

El cariño murió...

Hoy desperté sin ilusión. El veneno arrasó con los pocos restos de alma que quedaban. El recuerdo del único beso se esfumará con la exhalación del último suspiro. No más ganas de luchar por ti, no más ganas de seguirte, de buscarte, de soñarte, de desearte...de quererte.
El deseo agarró sus maletas y se largó con el último no, el sueño me obligó a pensarte en completa oscuridad, el cariño se suicido gimiendo "ya no más!", dejandome así.
No más sangre en las venas, solo penas. No más aire, no más corazón...me endureciste con las sonrisas que no eran para mi ((ni serán))...besos y caricias que repartes sin tomarme en cuenta. Me has dejado marchita, con lujuria de carne para llenar el vacío que dejaste sin las mariposas que mataste con tu maldita indiferencia.
Hoy saldré a la calle y veré que el mundo perdió un poco de brillo...ninguna de tus dulces melodías será capaz de volverme a la vida, pues ninguna habla de mi ni de las promesas que no pudimos hacer.
Y así, metros bajo tierra dejo lo que pensé, lo que sentí y lo que mis labios se quedaron sin decir.
Y así, todos los días andaré sin dirección, buscando la ilusión que perdí, que se quedó olvidada aquella noche en la oscuridad de la escalera.

sábado, 1 de enero de 2011

Wokk, mi cuervo azul


Una vez conocí un hermoso cuervo azul. Wokk, llamé a la majestuosa ave. Era un animal orgulloso, algo malvado, pero una vez que conseguí su corazón se volvió dulce y cariñoso.
Nunca podré decir que fue mio, pues como todas las aves, Wokk disfrutaba de volar libre y sin ataduras. Me enamoré perdidamente de él a pesar de todo lo que me decía sobre lo que podía pasar si me entregaba completamente a sus encantos. Sin dudar lo hice, era inevitable.
Creí que así, haría a un lado todo y sería mio ciegamente. Pero jamás lo hizo, a pesar del incondicional amor, nunca voló hacia mi para quedarse. Solo volaba frente a la ventana que yo, religiosamente, dejaba abierta día y noche. Algunas veces se posaba en ella, siempre para irse y dejarme sola otra vez. Sin ojos, sin manos, sin lengua, sin él.
Un día, cerré la ventana y me despedí de mi hermoso cuervo azul. "Adiós! y no vuelvas!" grité. "¿Por qué?"- preguntó con rencor en su graznido. "No me haces feliz" - mentí descaradamente, era necesario. Claro que me hacía feliz, como nadie sabía. Pero tarde o temprano se iría volando de mi para jamás regresar. El temor al dolor del que jamás me recuperaría me hizo alejarlo para siempre.

Deja que el viento te guíe


Hoy, a veces pienso en el. Recuerdo su belleza y como me enseñó a volar. Volamos por rumbos diferentes.

Hoy, sigo esperando en la ventana...

sueño

Con cada compás que pasa me deslindo de la realidad. Cada melodía, cada nota, cada síncopa, cada arritmia me aparta de toda cosa real. Onírico mundo en el que vivo contigo. Falso, abstracto, evaporable, tan esfumable como el humo del cigarro que me fumo a tu salud... contra la mía.
Este esbozo de felicidad al que llamo sueños invoca la realidad que jamás fuí capaz de capturar en ningun arte. Bah! Si yo no soy artista, solo un pobre bufón que se lamenta con el final de la canción.