Con cada compás que pasa me deslindo de la realidad. Cada melodía, cada nota, cada síncopa, cada arritmia me aparta de toda cosa real. Onírico mundo en el que vivo contigo. Falso, abstracto, evaporable, tan esfumable como el humo del cigarro que me fumo a tu salud... contra la mía.
Este esbozo de felicidad al que llamo sueños invoca la realidad que jamás fuí capaz de capturar en ningun arte. Bah! Si yo no soy artista, solo un pobre bufón que se lamenta con el final de la canción.
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